México y el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, 1926-1939
DOI:
https://doi.org/10.35830/treh.vi49.1097Palabras clave:
Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, intelectuales, Julien Luchaire, Alfonso Reyes, Alberto J. PaniResumen
Al concluir la Primera Guerra Mundial se verificó un reajuste en el terreno de las ciencias, las letras, las artes y la enseñanza, mismo que fue sostenido por la estructura del nuevo sistema internacional. Ese fue el caso del Instituto Internacional de Cooperación Intelectual –antecedente institucional de la UNESCO. La particular independencia del Instituto de París frente a la Sociedad de Naciones –de la que México no formaba parte- permitió que el país participara tempranamente en sus trabajos (1926). A partir de entonces y hasta que el instituto fue informalmente disuelto, México colaboró con él. El desconocimiento general de este episodio histórico, en el que destaca la creación de la Comisión Mexicana de Cooperación Intelectual, limita nuestra visión sobre el apoyo que los gobiernos posrevolucionarios concedieron a las actividades científicas e intelectuales durante las décadas de 1920 y 1930. El propósito de este artículo es realizar un primer acercamiento historiográfico al tema y ofrecer una visión panorámica de las actividades desarrolladas por México en el marco de su colaboración con el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual.